Calibración de sensores a lo largo del tiempo: ¿Con qué frecuencia y por qué es importante?

Piranometro de termopila

La precisión de los sensores es un tema de gran importancia para los sistemas fotovoltaicos (FV) y la monitorización meteorológica. Ya se trate de mediciones de irradiancia, temperatura o velocidad del viento, incluso pequeñas fluctuaciones en la calibración a lo largo del tiempo pueden dar lugar a ratios de rendimiento (PR) erróneos, predicciones de rendimiento imprecisas u operaciones ineficientes.

Por qué la calibración de los sensores es importante

Todos los sensores están sujetos a degradación. La exposición a la radiación ultravioleta, los ciclos de temperatura, la humedad y la suciedad provocan una deriva gradual en el rendimiento del sensor. Por ejemplo, un piranómetro utilizado para medir la irradiancia solar puede mostrar más de un 2% de error al cabo de un año si no está calibrado, y este error podría informar incorrectamente del bajo rendimiento del sistema fotovoltaico, lo que daría lugar a inspecciones y reclamaciones de garantía innecesarias.

¿Qué significa un sensor no calibrado?

Un sensor no calibrado regularmente proporciona datos inexactos que representan un rendimiento solar y unos índices de rendimiento (PR) erróneos, lo que conduce a predicciones energéticas inexactas y a programas de funcionamiento y mantenimiento (O&M) poco óptimos. Estas imprecisiones también pueden socavar la fiabilidad de los análisis predictivos utilizados para la optimización del sistema.

Además, los sensores no calibrados pueden hacer que un sistema fotovoltaico no cumpla las normas clave del sector, como IEC 61724-1 e ISO 9060, lo que puede repercutir en la evaluación del rendimiento a largo plazo.

Calibracion de sensores

Frecuencia de calibración: Qué recomiendan las normas y los expertos

Según la norma IEC 61724-1:2021, la frecuencia de calibración depende de la clase de sensor.

Los sensores de alta precisión de clase A deben calibrarse cada dos años para mantener la precisión de los datos. Los sensores de clase B o C pueden necesitar más tiempo, cinco años, dependiendo de la recomendación del fabricante y de las condiciones de trabajo.

Especificaciones del fabricante

Los fabricantes suelen sugerir las siguientes recalibraciones:

– Cada 2 años para piranómetros de termopila clase A Células de referencia FV.

– Después de condiciones meteorológicas extremas o golpes mecánicos.

Consulte siempre el certificado de calibración y los manuales de instrucciones suministrados con el sensor.

Proceso de calibración

Normalmente, la calibración consiste en comparar la salida del sensor con un patrón de referencia conocido y trazable en un laboratorio acreditado. Como alternativa, también es posible calibrar los sensores mediante intercomparación en exteriores, donde el dispositivo sometido a prueba se expone a la luz solar natural al mismo tiempo que un sensor de referencia de alta precisión. Este método permite verificar el rendimiento en condiciones reales de funcionamiento y es especialmente útil para los sensores de irradiación utilizados en aplicaciones fotovoltaicas.

Piranometro

Cada uno de estos dos enfoques permite identificar la deriva de los sensores y mantener la fiabilidad de los datos a lo largo del tiempo.

Mejores prácticas para la precisión a largo plazo del sensor en su planta

– Debe mantener un calendario de calibración y utilizar herramientas de seguimiento para gestionar el mantenimiento programado. Realice un seguimiento y gestione las fechas de vencimiento de las calibraciones mediante herramientas de seguimiento y gestión.

– Debe asegurarse de que las etiquetas de los sensores muestran las fechas de la última y la próxima calibración.

– Debe seleccionar sensores que cumplan las normas de la IEC.

La calibración de los sensores no es un ejercicio que deba hacerse una sola vez, sino un elemento vital para mantener la integridad de los datos en los sistemas fotovoltaicos y medioambientales. Su descuido puede dar lugar a falsas alarmas, pérdidas de ingresos y un rendimiento subóptimo del sistema. La aplicación de normas como la IEC 61724-1 y el mantenimiento de una estricta política de calibración y recalibración garantizan un funcionamiento a largo plazo y la toma de decisiones lógicas. Los sensores SEVEN permiten la calibración local en cualquier laboratorio acreditado ISO 17025, eliminando la necesidad de enviar el sensor de vuelta a la fábrica de SEVEN. Esta flexibilidad ayuda a reducir costes y simplifica el proceso de calibración para los clientes.